• Debes tenerlos una vez en la vida.
  • Ya está bien de tanta zapatilla, llegó la hora de calzarse como todo un señor.
  • Inglaterra, Italia, Estados Unidos… Elige país de origen y adáptalos a tu estilo

El zapato es la nueva sneaker. Admítelo. Te has cansado de abusar de las zapatillas deportivas como si fueras a salir a la pista de baloncesto a tirar unos triples con tus botas ‘Air Jordan 98’ reeditadas porque, aúmelo, es la segunda vez que las llevas. Y aunque te encantan, ya estás en otro mood. Sobre todo porque tienes un trabajo de oficina fantástico en el que el código de vestimenta va más sobre las prendas a medida que sobre los puntos en la cancha. Y no, no pasa nada. La vida es experimentar, atreverse y fusionar. Pero sobre todo, llevar un buen zapato. ¿O pensabas que la frase “los hombres se visten por los pies”, había muerto? Toma nota de estas piezas históricas y atemporales y di hola al buen gusto. Zapatero, a tus zapatos.

El zapato Oxford

Es el calzado más reconocible del armario masculino, también llamado zapato inglés por varios motivos. El primero, su “descendencia” de la bota Oxonian, utilizada en Oxford en el S.XIX. El segundo, su claro vínculo con el país donde nació a principios del S.XX como adaptación moderna de esta bota. La característica principal de este calzado reside en la pieza en la que se encuentran los agujeros para los cordones, que se cose junto al fondo del zapato. Esta parte es fácilmente visible de la costura resultante, que va desde el inicio del tacón, pasando por el empeine, hasta el otro lado. Además es el accesorio más popularizado en el zapatero del hombre. Ese infalible estilo que en su versión clásica, siempre en color negro, es capaz de adaptarse a situaciones formales que requieren de frac, chaqué o esmoquin. Las tonalidades marrones muestran su carácter más informal y se reservan para el traje de chaqueta y ya, en las últimas décadas, para las blazer y los pantalones chinos o en materiales como el denim.

Zapatos Oxford de Kingsman, 15,955 Pesos

El botín Chelsea

Su nombre rinde tributo al barrio londinense en el que esta reconocible silueta se puso de moda en la década de los 60. Y aunque fue creada en 1830 para la Reina Victoria por el zapatero Joseph Sparkes-Hall, su vinculación con el movimiento mod y la música británica –debemos tener en cuenta que se volvieron a poner de moda gracias a Los Beatles– hacen de esta horma de media caña y elásticos a los laterales todo un símbolo del avance, de la modernidad y del Londres más vibrante y excitante que se recuerda. Y bueno, un verdadero superviviente en el zapatero, con Rolling Stones en los 80 o Hedi Slimane a principios de los 2000, como amantes de una silueta que, continúa siendo un superventas.

Botines Chelsea de Berluti, 41,095 Pesos 

El zapato con hebilla

Son los zapatos más ‘atrevidos’ del zapatero. Su doble hebilla los dota de un carácter informal que, a la vez, los convierte en una silueta para verdaderos amantes del calzado. Aunque en las últimas décadas se han incorporado como parte de los looks de sastrería más clásicos, sobre todo los modelos con una hebilla, hay que destacar que es una de las hormas con las que más se ha experimentado. Dobles hebillas, colores llamativos y mezclas de tejidos –ante y piel– hacen de este calzado una verdadera fantasía no apta para tímidos.
Zapatos monkstrap de Church’s, 10,330 Pesos

La Dessert Boot

Conocida en nuestro país como ‘la pisamierda’, este modelo de bota –visto en los pies personajes tan variopintos como Eddie Redmayne, David Beckham o el Príncipe Harry– fue adaptada por la firma americana Clarks en la década de 1950. Dos décadas después –y tras ver su poco éxito en el desierto, para lo que fue creado en sus inicios–– se convertiría en símbolo del movimiento hippie gracias a la informalidad de su silueta: suela de goma y dos paneles de ante color marrón. Hoy sigue siendo el calzado perfecto para acompañar estilismos más casual. Aunque también los podrás llevar con trajes de chaqueta. Eso sí, siempre en tonalidades que encajen con él.

Dessert Boots de Dunhill, 13,665 Pesos

El mocasín

Aunque su origen se vincula en diferentes países simultáneamente, hay que decir que fue a partir de la década de los 50 cuando comenzó a cobrar importancia como parte del estilo masculino. Más concretamente dentro del preppy style. En la década de los 70 triunfaba de la mano de Gucci con modelos que aún hoy son ‘grandes éxitos’ de la casa florentina. Y en nuestro país firmas como Carmina o Castellanos compiten a nivel internacional con esta horma asociada al mundo del traje. Al menos, así es como se visten los hombres de negocios –como tú– en nuestro país.

Penny Loafers de John Lobb, 26,410 Pesos

El náutico

Si el desierto pertenece a Clarks, el mar se debe a la firma Sperry, creadores de los primeros náuticos tal y como los conocemos hoy. Su característica suela de goma y los cordones de cuero –que recorren toda la silueta del zapato– hacen de este calzado un verdadero icono histórico. En nuestro país además, mantienen una vinculación muy fuerte al sector más acomodado de la sociedad. Vamos, contigo, querido lector. ¿El motivo? Ser la horma elegida para vestir junto a los uniformes de los colegios privados. Ya sabes, del cole al yate con el polo, el pantalón chino y el cinturón trenzado listo para surcar los mares o el pantalán donde tienes el barco en el puerto deportivo de Marbella.

Náuticos Timberland, 4,040 Pesos en Farfetch

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