El 15 de febrero de 1992 cerca de las 11 p.m., la antigua lotería del estado de Virginia entregó sus seis números ganadores: 8, 11, 13, 15, 19, 20. Días después, los funcionarios de la lotería pudieron comprobar que la persona que había ganado el premio de U$27.036.142 gdólares, también había ganado seis veces un premio secundario y más de 250 pequeños premios que sumaban un valor total de U$900 mil dólares.
La historia que se desarrolló a continuación, es probablemente la más inusual y poco probable dentro del mundo de las loterías y la cual involucró decenas de complejos sistemas operativos, miles de inversionistas internacionales y la mente brillante del economista y matemático rumano-australiano, Stefan Mandel.
Mandel logró manejar, desde otro continente, toda la operación. Conoce aquí la historia de este economista quien desarrolló un brillante plan para ganar en el que se incluía, comprar todas las combinaciones posibles.
Para aquel entonces, Mandel se encontraba viviendo en un país que se encontraba bajo el régimen comunista y al igual que para la mayoría de los rumanos, Mandel tuvo que lidiar con la escasez de alimentos y la pobreza.
A pesar de tener una mente brillante, el economista recibía un salario mensual de apenas unos U$88 dólares con los que tenía que sustentar a su esposa y a sus dos hijos. Por este motivo, Mandel tuvo que buscar una manera de «ganar más dinero y de manera rápida».
En lugar de entrar en el mundo del crimen, como muchos hubieran hecho en este caso, el «filósofo-matemático» como se define él mismo, tuvo una idea muy diferente: ganar la lotería.
Es bien sabido que es mucho más fácil que a alguien le caiga un rayo que ganar la lotería, así que ¿quién podría poner su confianza únicamente en ganar la lotería?
Pues Stefan Mandel era muy consciente de las probabilidades, de manera que utilizó todo su tiempo libre analizando y estudiando todos los escritos hechos por el matemático italiano, Leonardo Fibonacci.
Después de muchos años de ardua investigación, Mandel finalmente logró trazar un algoritmo para elegir números. El economista llamó a este método la «condensación combinatoria».
Utilizando este algoritmo, Mandel logró predecir 5 de los 6 números ganadores de la lotería. De esta manera, logró reducir el número de probabilidades de millones a tan sólo miles. Teniendo una gran cantidad de amigos y conocidos,
Mandel tomó el riesgo de comprar una gran cantidad de billetes de lotería utilizando su fórmula para elegir los números de cada uno.
Para sorpresa de muchos, sus cálculos fueron acertados, de manera que logró ganar el primer premio de U$19.300 dólares. Después de cancelar sus gastos, Mandel tuvo una ganancia de unos U$4.000 dólares. Este dinero fue suficiente para sobornar a algunos funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y huir de la Rumania comunista. Mandel y su familia ahora tenía la posibilidad de comenzar una nueva vida y de concentrarse en ganar un premio aún mayor.
Mandel y su familia se radicaron en Australia, donde él continuó analizando todas las maneras posibles de ganar la lotería. Pronto se dio cuenta que el premio mayor era significativamente mayor que el número de posibles combinaciones en los tiquetes. Esto quiere decir que para una lotería que requiere 6 números entre 1 y 40, existen 3.838.380 de combinaciones posibles; si el tiquete cuesta U$1 dólar, el premio tiene que ser mucho mayor a 3.838.380.
De manera que las ganancias de un premio de U$10.000.000 serían las suficientes, incluso después de pagar impuestos. El único problema, era conseguir el capital para comprar todos los tiquetes y llenarlos con las posibles combinaciones.
Mandel, al ser un hombre recursivo, logró recaudar el dinero suficiente para comprar todas las posibles combinaciones. Para ganar el premio de la lotería de Virginia, tuvo que conseguir unos 2.524 inversionistas. También imprimió tiquetes con millones de combinaciones diferentes, lo que era legal en ese entonces. Actualmente, los billetes de lotería únicamente pueden ser adquiridos en puntos autorizados.
Mandel entregó dichos tiquetes a los vendedores autorizados asegurándose no sólo el premio mayor, si no que también, una gran cantidad de pequeños premios. Aunque la estrategia de Mandel dio sus frutos, el economista tuvo que pasar unos años en la cárcel al intentar crear su propia lotería en Gibraltar.
Con su mente brillante, Stefan Mandel logró cambiar el sistema de las loterías al «descifrar el código». Gracias a él, lograr algo similar sería prácticamente imposible actualmente. Aunque es posible que otro genio se encuentre trabajando en encontrar la manera de ganar la lotería mediante ingeniosas estrategias.
Hasta que eso ocurra, la única manera de ganar la lotería es encontrar la combinación ganadora o, también, puedes probar tu suerte jugando en alguno de los casinos online que ofrecen grandes promociones. Ciertamente, existen casinos, como Caliente Casino, que tienen juegos para todos los gustos, además cada uno de ellos ofrece grandes oportunidades de ganar, sin necesidad de «descifrar ningún código».
No, lo pienses más, prueba tu suerte en un casino online y ¿quién sabe? Pueda que hasta ganes más que Stefan si te haces a alguno de los botes progresivos de las tragamonedas.