México ocupa el segundo lugar entre siete países de América Latina con más ventas de productos como helados, caramelos, jugos y refrescos, es decir, de alimentos ultraprocesados.
De acuerdo con el estudio Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: ventas, fuentes, perfiles de nutrientes e implicaciones normativas , elaborado y presentado este lunes por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y por la Organización Mundial de la Salud (OMS), México se encuentra solo por debajo de Chile en las ventas de productos con alto contenido calórico y bajo contenido nutricional.
Los principales resultados del informe, que toma en cuenta a siete países de América Latina —Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela—, que juntos representan 80% de la población de la región de América Latina y el Caribe, concuerdan en que entre el 2000 y el 2013 las ventas de estos productos crecieron en todas estas naciones. A su vez, esto se asocia con el aumento del sobrepeso y de la obesidad entre la población.
Cristian Morales, representante de la OPS en México, destacó durante la presentación de este informe que México es uno de los países más afectados por el aumento de consumo de productos ultraprocesados per cápita.
En el 2009, las ventas fueron mayores en Chile (552 kcal per cápita/día), México (522 kcal) y Argentina (461 kcal), seguidos de Brasil (405 kcal) y Venezuela (388 kcal).
Mientras tanto, entre el 2009 y el 2014, pese a que las ventas per cápita crecieron desigualmente en los países, en México se registró un incremento de 5.3%.
Morales destacó que al día de hoy no hay ningún indicio de que esta tendencia vaya a disminuir en los próximos años; por ello, resaltó como una medida necesaria para detener el aumento del sobrepeso y de la obesidad el promover una alimentación sana y entornos alimentarios saludables.
Dijo también que, para contrarrestar el desplazamiento de los platos preparados a mano a base de alimentos frescos o mínimamente procesados por los productos ultraprocesados, es necesario preservar los sistemas alimentarios establecidos, apoyar la agricultura familiar y promover la preparación y cocción de alimentos saludables, incluyendo a las escuelas.
El representante de la OPS en México destacó los avances legislativos en el Congreso de México en esta materia, con la implementación del nuevo sistema de etiquetado frontal. Consideró que a la par se debe trabajar en políticas fiscales y de publicidad en torno a estos alimentos dañinos.